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Antioxidantes contra el Cáncer

Cáncer
      
El cáncer es una de las enfermedades que cobra más vidas. Las cifras actuales de mortalidad revelan que uno de cada cuatro personas muere de cáncer.     

En Norte América  560,000 personas mueren de cáncer cada año.

De acuerdo a los datos publicados por la Asociación Americana de Cáncer, el cáncer afectará a una de cada tres personas en los próximos años.

La clave para evitar padecer de cáncer está en la prevención y el mejoramiento de la calidad de vida. Como dijo  Hipócrates,  el padre de la medicina:

“La Salud resulta del  equilibrio entre el hombre y el medio ambiente”.

En la actualidad este equilibrio se ha perdido, la vida moderna y la ambición económica han propiciado el abuso de las tierras de cultivo, el uso de pesticidas, conservadores, fertilizantes y sustancias químicas que prolongan el tiempo de vida de los alimentos que consumimos  y acortan el nuestro. 

Se calcula que la Industria Química de Estados Unidos utiliza más de 60 mil productos tóxicos que van a dar al medio ambiente.

Estamos acabando con la capa de ozono que rodea la atmósfera y los rayos ultravioleta entran con más fuerza provocando el cáncer en algunos órganos.

El humo del cigarro y la contaminación causada por los coches han  alterado el aire que respiramos. Nuestros cuerpos han sido diseñados para respirar oxígeno, cuya fórmula química  es el O2, pero ahora, por la contaminación ambiental, estamos respirando ozono cuya fórmula es el O3.

A las moléculas les gusta estar en pareja, de modo que los dos oxígenos se atraen entre sí formando una molécula estable O2. Ahora que respiramos ozono  (O3) tenemos un mal tercio, donde a la O que sobra se le conoce como radical libre; este  soltero va en busca de una pareja a las células de nuestro cuerpo.

Las células de nuestro cuerpo están protegidas por una membrana celular que  tiene electrones en pareja. Cuando llega el radical libre,  se roba a un miembro de la pareja, el que queda soltero busca otra pareja y se forma una reacción en cadena que oxida la membrana celular propiciando  envejecimiento prematuro y un sin número de enfermedades como arterioesclerosis,  Alzheimer,  mal de Parkinson, esquizofrenia, pérdida de la memoria, cataratas, artritis, enfisema pulmonar y sobre todo, el  cáncer.

Podemos comprender el proceso de oxidación si recordamos una manzana; al cortarla en pedacitos y dejarla  en contacto con el aire se oxida y se marchita. Lo mismo ocurre con nuestro organismo, con el paso del tiempo se va oxidando, pero este proceso puede acelerarse cuando estamos expuestos al ataque de los radicales libres.

Cuando fumamos, consumimos alimentos ahumados, abusamos de la exposición a los rayos del sol o vivimos en ciudades contaminadas, el proceso de oxidación se acelera.

Para evitar el ataque de los radicales libres se recomienda el consumo de antioxidantes, sustancias que donan una pareja al radical libre para que no ataquen a las membranas celulares. Si a una manzana le añadimos jugo de limón permanece más tiempo sin oscurecerse y marchitarse, lo mismo sucede con nosotros.

El jugo de limón y  la naranja contienen cantidades importantes de vitamina C que actúa como un potente antioxidante  protegiendo las membranas celulares del ataque de los radicales libres.

Los mejores antioxidantes son la vitamina C, el betacaroteno y la vitamina E.

La vitamina C se puede encontrar en los cítricos como la naranja, toronja, piña, guayaba, chile y col. El marinar la carne en jugo de limón o naranja, disminuye la producción de agentes cancerígenos. Aparentemente  dejar marinando la carne o el pollo por una hora antes de asarlo, puede disminuir los niveles de nitrosaminas, agentes causantes de cáncer de colon y seno.

El betacaroteno se encuentra en la zanahoria, betabel, chabacano, jitomate, pimiento rojo y amarillo y los vegetales verde oscuro como acelgas, berros , brócoli y espinacas.

Los Investigadores de Nueva Zelanda han evaluado su consumo en los pobladores nativos de Maori, atribuyendo al consumo de mango la baja incidencia de cáncer entre los pobladores de esta zona. Esta propiedad anticancerígena se atribuye a la acción protectora de los carotenoides y flavonoides del mango.

El Químico Stephen Talcott, de la Universidad de Florida, atribuye esta propiedad antioxidante y anticancerígena al rico contenido de ácido gálico del mango.

La vitamina E se encuentra en los aceites vegetales,  como el aceite de maíz, cártamo, girasol, oliva, etc. así como en las semillas: nueces, almendras, cacahuates, semillas de girasol, también en el germen de trigo y el aguacate.

Una dieta rica en antioxidantes nos brindará elementos importantes para evitar muchas enfermedades y  conservar nuestra juventud.