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Tus motivaciones para adelgazar

Para lograr los objetivos de nuestra vida todas las personas tenemos dos motivaciones básicas:

  • Buscar el placer
  • Evitar el dolor

Mientras no descubramos cuáles son nuestras verdaderas motivaciones para adelgazar, es muy probable que vayamos de una dieta a otra sin obtener resultados.

El placer instantáneo de comernos un delicioso pastel puede hacer que dejemos a un lado el intento de bajar de peso y nos olvidemos por completo de la dieta.

Para que realmente lleguemos a alcanzar el peso deseado, tenemos que visualizar nuestra meta y tener claro en la mente cuáles son nuestras razones para adelgazar.

Tómate un tiempo de descanso y en un lugar tranquilo reflexiona y contesta estas preguntas:

¿Qué es lo que me motiva a cambiar?

¿Cuál sería la señal que me permitiría ver que este cambio fue bueno para mí? Ejemplo: Usaría ropa más bonita.

Supongamos que ya estás usando esa ropa bonita.

¿Qué vas a estar haciendo que no haces ahora?

¿Qué es lo que necesita suceder para que pienses que ya hubo una solución?

¿Qué es lo que te hace sentirte mejor?

Cuando alcanzes tu meta:

¿Cómo va a cambiar la relación con tu pareja o tus familiares?

Establece una escala para que evalúes tus logros:

Es importante que evalúes tu problema en una escala del 1 al 10.

- 1 significa que el problema es muy serio, que ya no puedes más.

- 10 significa que sí puedes salir adelante y realizar este cambio.

¿Doónde te encontrarías ahorita?

¿Cómo llegaste a ese número?

¿Qué tendría que suceder para que puedas subir un número más?

Establece metas concretas:

¿Qué cambios crees que va a haber en tus familiares o personas cercanas si ven que subes un número?

¿Qué tanta disposición tienes para solucionar este problema?

Vamos a suponer que las personas que viven contigo opinaran:

¿En qué número te pondrían?

Encontrando soluciones a futuro:

Vamos a suponer que terminas todas tu actividades del día y que comienza a oscurecer, te vas a dormir y a la mitad de la noche sucede un milagro.

El milagro es que: el problema que te preocupa tanto se ha resuelto, pero como tú, estás durmiendo no tienes idea de que esto sucedió.

Cuando tú despiertas:

¿Cuál sería la primera señal que te haría darte cuenta que un milagro sucedió en la noche?

¿Qué otras cosas te harían darte cuenta que has cambiado?

Ahora que ya alcanzaste tu meta, ¿Qué cambios ves en tu vida? ¿Qué estás haciendo diferente?

Busca los detalles:

¿Cómo lo lograste?

Si deseas adelgazar piensa:

¿Cuáles son las cosas que haces durante el día en las que controlas lo que comes?

¿Y luego que pasa?

Si conoces los detalles puedes interrumpir el ciclo que te hace perder el camino a tu meta.

Analiza qué es lo que hiciste el día que cumpliste tu dieta. ¿Cómo le hiciste para comer bien durante todo el día? Tuviste muchas oportunidades para comer mal, no es así? ¿Qué es lo que te funcionó?

Ahora que te sientes más sonriente y feliz, con ganas de salir a hacer ejercicio, ¿Cómo lo hiciste? ¿Cuáles son los pasos que sigues?

Establece metas pequeñas:

Comienza por establecer metas pequeñas y concretas.

Tomar más agua, salir a caminar, dejar el refresco. Al final, el perder peso va a ser el resultado de estos cambios.

Si tenemos problemas por comer con ansiedad, la meta no tiene que ser dejar de comer, sino los cambios que va a haber cuando deje de comer compulsivamente. Esa es la meta concreta: pasar más tiempo con mi esposa, vivir más tranquilo con mis hijos.

Piensa, ¿qué es lo que va a pasar ahora que estés delgada o realices algún tipo de ejercicio? ¿Qué será diferente en tu vida? ¿Qué van a decir las personas que te rodean? ¿En qué lo van a notar? ¿Cómo te vas a sentir tú?

Evaluación.

Una vez que hayas contestado las preguntas anteriores reflexiona por unos momentos:

¿Qué es lo que estás haciendo que sea bueno, positivo y saludable para ti?

Puede ser que estés comiendo verduras o estás logrando hacer ejercicio dos veces por semana.

Cada semana hazte esta pregunta ¿Qué ha mejorado en mi vida?

¿Qué opinan los que me rodean de este cambio?

¿Qué cambios tengo que hacer en mi vida para lograr que sean tres días los que haga ejercicio en vez de dos?

Elógiate a ti misma.

Eres una persona con mucho valor, no es fácil haber tomado la decisión de cambiar. Haz analizado la situación con mucho cuidado y sabes que cuando haces determinada acción te sientes mejor. Y que tú tienes la solución en tus manos.

Ponte una tarea diaria.

Comienza por recordar que la respuesta a los grandes problemas comienzan con una pequeña solución.

Persevera.

"No llega a la meta el más veloz sino el que permanece corriendo".

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