Alimentación durante embarazo y lactancia

UNA BUENA ALIMENTACIÓN DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA ES VITAL PARA EL DESARROLLO DEL NIÑO.

Según los estudios presentados en Barcelona por Robert Gibson y Adelaide, el desarrollo visual y cognoscitivo de los bebés alimentados a base de leche materna es superior al de los niños alimentados a base de fórmula. Esto se debe a que la leche materna contiene un ácido graso llamado DHA, aunque su contenido es muy variable dependiendo del consumo de la madre de alimentos ricos en ácidos grasos de cadena larga.

Michihiro Sugano reportó que la leche de las madres japonesas contiene mayor cantidad de DHA, un derivado del Omega 3 que la leche de las madres occidentales, esto gracias al alto consumo de pescados en Japón.

Las principales fuentes de omega 3 son el aceite de soya y de linaza, así como el aceite de pescado, sobre todo de los pescados de agua fría como el salmón, arenque, truchas y sardinas.

Las demandas del embarazo y lactancia aumentan la necesidad de ácidos grasos de cadena larga omega 3 para permitir el adecuado crecimiento y desarrollo del niño.

Durante las últimas semanas de gestación se genera un proceso de depósito acelerado de DHA en el tejido neural, por lo que durante este período es muy importante consumir una alimentación rica en pescados de agua fría. Los niños nacidos en forma prematura no reciben los beneficios del depósito intenso de DHA por lo que pueden tener deficiencia en el desarrollo neurológico y baja capacidad visual.

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