Mantén un aspecto joven

La velocidad a la que envejecemos puede acelerarse o disminuirse de acuerdo al tipo de dieta que consumimos.

La obesidad es uno de los factores que acelera el envejecimiento, según el Dr.  Cooper. Si bajas de peso, dejas de fumar y realizas ejercicio  podrás detener el proceso de envejecimiento en un período de tiempo muy corto.

La piel es uno de los indicadores en donde se manifiesta inmediatamente el paso del tiempo. Cuando tu peso varía, la piel se estira con cada aumento de peso provocando estrías y cuando bajas no se contrae adecuadamente manifestando flacidez en los tejidos.

Por ello, lo ideal es seguir un régimen saludable, que nos permita bajar lentamente y no volver a subir.

Una dieta mal balanceada puede provocar desórdenes en nuestra piel, en cambio una dieta con un buen contenido de zinc y vitamina A puede darle una apariencia de salud y juventud.

El Zinc ayuda a los tejidos a repararse, mientras que la vitamina A aumenta el recambio celular y evita la resequedad  del cutis.

Buenas fuentes de Zinc son la carne de res, huevos, mariscos y verduras de hoja verde como berros, acelgas y espinacas.

La vitamina A la podemos encontrar en zanahorias, sandía, melón, durazno, mango, brócoli y pimientos morrones. 

La vitamina C favorece la buena circulación de la piel y ayuda a la producción de colágeno, proteína indispensable para mantener los tejidos firmes.

Alimentos ricos en vitamina C son: Chile, guayaba, toronja, naranja, limón, piña,  col y colecitas de bruselas.

El Dr. Blumberg recomienda consumir de 6 a 8 vasos de agua al día para mantener los tejidos hidratados y mantener un aspecto juvenil.

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