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Alimenta tu cerebro

Uno de nuestros mayores temores de envejecer es la pérdida de la memoria que acompaña a la edad. Cada día se vuelve más agitada nuestra vida y el exceso de estrés va aumentado los índices de Alzheimer en nuestro país. Actualmente afecta al 15% de las personas mayores de 65 años.

El Alzheimer fue identificado por un neurólogo alemán en 1907. Esta enfermedad degenerativa se caracteriza por un deterioro mental que interfiere con la habilidad de la persona para trabajar y socializar. La memoria y el pensamiento abstracto se pierden y se sufren cambios de humor y personalidad, desorientación en cuanto a la percepción del espacio y del tiempo e incapacidad para concentrarse y comunicarse.

Sin embargo el Alzheimer no sólo se limita a personas de edad avanzada, se reportan casos de pacientes de 35 años de edad que sufrían de esta enfermedad  en los campos de concentración.

Uno de los factores principales en la aparición del Alzheimer es el estrés.

Un poco de estrés durante un período corto de tiempo es sano ya que nos produce un grado moderado de excitación y nos vuelve creativos. Induce a la liberación de noradrenalina, un neurotransmisor que permite que los recuerdos del pasado reciente puedan ser almacenados en la memoria a largo plazo. También es necesaria para provocar un estado de animo positivo.

Sin embargo, un estado de estrés constante genera una producción exagerada y crónica de cortisol,  una hormona que inhibe la utilización del azúcar de la sangre por el principal centro de la memoria, el hipocampo del cerebro. Sin azúcar el hipocampo no tiene energía y no puede grabar recuerdos. Por ello falla la memoria inmediata en las personas estresadas. Además el exceso de cortisol reduce la cantidad de neurotransmisores y las neuronas no se pueden comunicar entre sí, perdiendo todas las capacidades cerebrales.

Por lo tanto, lo esencial para mantener la salud cerebral es mantener el estrés en un grado moderado y sano. Así los factores estresantes se convertirán en desafíos y no en problemas. Al encontrarse con ellos se tenderá a pensar en ideas creativas y a desarrollar nuevas conexiones entre las neuronas.

El estrés crónico en cambio, tiende a provocar estados de incapacidad, depresión y ansiedad. Y puede generar la pérdida de placer en actos que normalmente lo producen.

Hay dos métodos básicos para controlar el estrés.

1)       Hacerse cargo de los factores estresantes:

Realizar por escrito una lista de objetivos. Acomodarlos en orden de prioridad. Hay un objetivo que deberá ocupar el primer lugar de su lista:

Ser feliz.

Establecer objetivos realistas. Un objetivo inalcanzable nos predispone a la depresión y estrés. Comprender que no siempre podemos controlar todo lo que pasa a nuestro alrededor.

2)       Derrotar el estrés por medio de la relajación. No tenga miedo de expresar sus necesidades y deseos. Desahogue verbalmente sus emociones, hablando o llorando si es necesario. 

Desplace el estrés hacia algo positivo, hacia algo práctico, hacia una liberación del mundo real.

Busque un sistema de apoyo social que le ayude a liberarse del estrés.  

El apoyo es el segundo elemento esencial contra el estrés. Si uno cuenta con el apoyo incondicional de amigos y familiares, puede aguantar importantes factores estresantes sin provocar estragos cerebrales.

CAUSAS DE LA PÉRDIDA DE MEMORIA:

  • Mala alimentación
  • Consumo de ciertos fármacos
  • Drogas
  • Tabaco
  • Contaminación ambiental
  • Consumo de alcohol en exceso

Uno de los factores básicos para mantener el cerebro funcionando a su máxima capacidad es la alimentación. Al proveer al cerebro los elementos nutritivos que necesita, puede formar neurotransmisores y permitir nuevas conexiones entre las neuronas.

Los medicamentos que pueden ser más dañinos, ya que matan neuronas son: Valium, Morfina, Codelia, Darvon y Elavil.

Las drogas también destruyen neuronas y afectan las funciones cerebrales: cocaína, anfetaminas, marihuana.

El tabaco y la contaminación ambiental producen radicales libres, sustancias tóxicas que oxidan las membranas celulares de las neuronas, ocasionando deterioro mental. 

El alcohol destruye la vaina de mielina que aísla las fibras nerviosas y el cerebro queda expuesto a sustancias tóxicas.  

DIETA LONGEVIDAD CEREBRAL:

El cerebro necesita vitaminas del complejo B para contrarrestar los efectos del estrés: Vitamina B1, B6, B12, Ácido Fólico, B5 y B3.

Antioxidantes para evitar los efectos devastadores de la contaminación ambiental y el humo del cigarro: beta caroteno, vitamina C, vitamina E, zinc, selenio y Ginko Biloba. 

Y Proteínas: El consumo de ciertos aminoácidos, eleva el ánimo, estimula la energía y mejora la memoria, favorece la concentración y la claridad de pensamiento. Entre ellos están la fenilalanina, glutamina, metionina, arginina, triptofano y L- carnitina. Una de las mejores fuentes de aminoácidos es la soya, que además contiene genisteína, un poderoso antioxidante. 

LISTA DE LOS MEJORES ALIMENTOS PARA EL CEREBRO:  

  • Espinaca    
  • Garbanzo    
  • Almendras    
  • Levadura de cerveza 
  • Coliflor    
  • Chícharos    
  • Pistaches    
  • Aceite de Oliva 
  • Col    
  • Lentejas    
  • Nueces    
  • Salvado de trigo
  • Cebada    
  • Camote    
  • Ajonjolí    
  • Gérmen de trigo 
  • Cilantro    
  • Soya    
  • Cacahuate    
  • Semillas de girasol 
  • Sardinas    
  • Hígado    
  • Salmón    
  • Miel de abeja 
  • Zanahorias    
  • Atún    
  • Pollo    
  • Semillas de calabaza 
  • Brócoli    
  • Gluten    
  • Champiñones    
  • Betabel 
  • Durazno    
  • Tomate    
  • Arenque    
  • Cebolla 
  • Guayaba    
  • Ajo    
  • Pavo    
  • Avena 
  • Kiwi    
  • Yogurth    
  • Nuez    
  • Algas marinas 
  • Mango    
  • Espárrago    
  • Aguacate    
  • Dátiles 
  • Berros    
  • Melón    
  • Huevo    
  • Toronja  

MENÚ:

DESAYUNO

Jugo de naranja con zanahoria

Fruta con yogurth y avena o amaranto o gérmen de trigo y nueces o almendras

Pan integral, queso fresco y frijoles

COMIDA

Sopa de lentejas o vegetales verdes o arroz integral.

Pescado, pavo, hígado, soya  o pollo.  (Pueden  empanizarse con gérmen de trigo.)

Ensalada verde cruda con aceite de oliva extra virgen, limón y semillas de girasol. Aguacate.

Agua de guayaba o agua de chaya con limón

Melón o palanqueta de cacahuate.

CENA

Leche

Pan integral con jamón de pavo, jitomate, queso fresco, aceite de oliva y albahaca.

Ensalada fresca.


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