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Adelgaza a tus hijos sin matarlos de hambre

Cada día se incrementa el porcentaje de obesidad y sobrepeso en los niños, esto es el reflejo de una vida sedentaria y del exceso en el consumo de alimentos.

Si comparamos el tipo de vida que tienen hoy nuestros hijos, con la que tuvieron nuestros padres, podremos darnos cuenta de la razón del sobrepeso entre los niños de hoy.

Podemos imaginar a nuestro padre en su infancia montado en una bicicleta, subiéndose a los árboles o corriendo tras una pelota. Los niños de hoy en cambio pasan la tarde frente a un televisor o una computadora. 

Nuestros padres durante su infancia consumían alimentos naturales,  gran cantidad de frutas y verduras y cereales integrales. Hoy  nuestros hijos están expuestos a una gran cantidad de alimentos  chatarra y cereales refinados.

El cuerpo humano no fue diseñado  para consumir alimentos procesados altos en carbohidratos y grasas y luego sentarse frente a un televisor o a una  computadora.

El cuerpo humano fue diseñado con 30 a 40 billones de células listas para almacenar grasas,  de modo que no muriéramos de hambre en períodos de escasez.

Actualmente estos períodos no llegan, ya que estamos rodeados de tantos alimentos que las células de grasa  trabajan todo el día.

LA COMIDA CHATARRA ELEVA LOS RIESGOS DE DIABETES E HIPERACTIVIDAD EN LOS NIÑOS

Especialistas en endocrinologia y metabolismo se reunieron en el XVII Congreso Internacional sobre Diabetes y alertaron a la población mundial manifestando que la ingestión de comida chatarra y el sedentarismo en los niños, eleva el riesgo de contraer esta enfermedad.

En conferencia de prensa el Director del Departamento de Metabolismo y Endocrinologia del Hospital Metodista de Dallas, Texas, Jaime Davison, señaló que actualmente la población latina que vive en los Estados Unidos ha presentado mayor índice de obesidad y sobrepeso, concretamente los niños y niñas que influídos por la cultura americana han comenzado a ingerir mayor número de calorías provenientes de carbohidratos refinados que en nada benefician a la población.

Los niños son más propensos a padecer diabetes tipo II (No insulino dependiente) a consecuencia de estilos de vida sedentarios que interfieren en su desarrollo, como el excesivo tiempo frente a la televisión y juegos de video, así como a la ingestión de "Comida Chatarra".

De acuerdo a los estudios efectuados en la Universidad de Texas,   se reporta un aumento en la hiperactividad en niños que consumen carbohidratos refinados en exceso como los azúcares contenidos en dulces, galletas y refrescos.

Para reducir el riesgo de hiperactividad se recomienda el consumo de pequeñas dosis de niacina y vitamina C, vitaminas capaces de suministrar un alivio casi inmediato a una mente demasiado activa y que ayudan a enfocar la concentración mental.

La niacina puede encontrarse en las zanahorias, brócoli, carne de res, queso, harina de maíz, huevos, pescado, leche, papas, jitomate y trigo entero.

La vitamina C se encuentra principalmente en frutas cítricas como toronja, naranja, limón y guayaba, así como en el jitomate, el chile y la col.

¿Que podemos hacer nosotros los padres para defender a nuestros hijos?

1.-  No tengas en la despensa alimentos que engorden.
Evita llenar la despensa de galletas, pan dulce o botanas preparadas. Si tu hijo tiene hambre y no encuentra nada en la despensa terminará por tomar una fruta que contiene mucho menos calorías y es mucho más nutritiva.

2.- Cuando salgas con él de compras es preferible que compres paquetitos individuales o bolsitas pequeñas de botanas para que se las terminen antes de que llegues a tu casa. Esto puede quitarle el antojo y hacerle ver que no existen comidas prohibidas.

3.- No lo presiones con su alimentación, entre menos hables acerca de la comida menos le crearás la necesidad de ella.

Muchas madres aprovechan la hora de la comida para aleccionar a su hijo y criticarlo mientras come. Trata de que la hora de la comida sea un remanso de paz para que tu hijo no relacione el alimento con las preocupaciones o la ansiedad.

4.- Cuando desees premiarlo, no lo hagas con dulces o pasteles, mejor invítalo a salir de día de campo o a ver algún espectáculo cultural. Puedes comprarle un buen libro o simplemente acompañarlo a jugar.

5.- Comienza su día con un buen desayuno. 

El desayuno es la comida más importante para favorecer el rendimiento escolar.

Puedes comenzar dándole proteínas, las proteínas estimulan el funcionamiento cerebral.

Un buen desayuno puede ser un par de huevos  preparados con verdura, una cucharadita de aceite de maíz y 1 tortilla.

Puedes darle una taza de jugo natural o leche descremada.

Evita los jugos embotellados que tienen una concentración muy alta de azúcares que terminarán por convertirse en grasa dentro de su organismo.

Un yogurt preparado con leche descremada puede ser ideal para desayunar.

El  yogurt es un alimento que ayuda a restaurar la salud, contiene microorganismos conocidos como probióticos, que ayudan a estimular el buen funcionamiento de la flora intestinal.

Cuando los niños enferman y les damos antibióticos destruimos buena parte de su flora intestinal; el consumo de yoghurt después de un tratamiento con antibióticos puede restaurar la flora intestinal aumentando sus defensas contra infecciones intestinales.

El yoghurt además aporta calcio, proteínas y vitaminas indispensables para el crecimiento y ayuda a fortalecer sus huesos y dientes.

Otro desayuno excelente que puedes ofrecerles pueden ser unas quesadillas, el calcio que contienen ayuda a evitar la intoxicación por plomo. Elige queso panela o queso fresco bajo en grasa.

Evita darles hot cakes con miel, waffles o cereales refinados  que proporcionarán demasiados carbohidratos a su alimentación.


6.- Mándales un buen lunch:
Un sandwich preparado con una rebanada de pan integral, jamón y queso puede saciar su hambre y evitar que busque comida chatarra.

No le des dinero, mejor prepárale un buen refrigerio con  pepinos o jícamas con limón, fruta picada y rollitos de jamón y queso.

7.- A la hora de la comida recíbelo con una sopa de verduras caldosa.

Algunos estudios reportan que las personas que comienzan con sopa o caldo de verduras consumen menos calorías durante la comida.

Evita las carnes empanizadas y las salsas espesas; puedes preparar la carne con un poco de aceite y verduras y darle frijoles de la olla que le darán sensación de saciedad.

Si deseas que tu hijo adelgace, aléjalo de la papa.

En los últimos estudios sobre diabetes y nutrición se tomó en cuenta la velocidad a la que llegan los carbohidratos o azúcares a la sangre, a lo que se le llamó índice glicémico y se encontraron resultados asombrosos.

El azúcar proveniente de la papa llegó más rápido a la sangre que la glucosa, forma en que se encuentra el azúcar en nuestra sangre.

Cuando el cerebro registra que hay demasiada azúcar en la sangre, manda una señal al páncreas para que éste segregue insulina, la hormona de almacenamiento que termina por convertir los azúcares en grasa.

Algunos estudios reportan que en Europa la papa se utilizaba para alimentar cerdos y que en la medida que comenzó a formar parte de la alimentación del europeo  aumentó el índice de sobrepeso en ese continente.

Te recomiendo que no compres papas para cocinar en tu casa, sin embargo deja a tu hijo la libertad de consumir papas fritas si algún amigo le ofrece en el recreo o en alguna fiesta, no le comentes nada, es importante que no le crees la obsesión por este tipo de alimento.

Ofrécele una ensalada de verduras crudas aderezada con vinagreta o limón.

De postre puedes darle algo de fruta o un poco de nieve.

Prepara agua de limón o de jamaica, con fructuosa en polvo.

8.- Para cenar prepara una buena ensalada, puede ser de atún o de queso, también puedes darle tostadas de pollo o enfrijoladas.

Si no le gusta la verdura no lo forces, simplemente síguela preparando para que siempre la vea hasta que termine por probarla. Entre más variedad le ofrezcas en su dieta, más sana será.

LOS PELIGROS DE LA ACUMULACIÓN DE GRASA

Si ayudas a evitar la acumulación de grasa en la cintura de tus hijos les puede ayudar a prevenir problemas cardiacos cuando crezcan.

Los niños con forma de manzana tienen más riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares que los niños con forma de pera. Los niños con forma de pera tienen el exceso de grasa en las caderas y muslos, mientras que los niños con forma de manzana acumulan grasa alrededor de la cintura. Los niños mexicanos y los africanos tienen mayor riesgo de padecer enfermedades circulatorias que los niños de Estados Unidos americanos.

El sobrepeso en esta área predispone a la presión alta, a niveles anormales de grasas en la sangre y a niveles elevados de insulina.

Los padres podemos ayudarles a evitar estos problemas favoreciendo un estilo de vida  saludable. La base es una buena alimentación.

Puede prepararles un sándwich con una rebanada de pan integral y vegetales crudos con chile piquín y limón.

Si tu hijo está creciendo adecuadamente, no te preocupes si tu hijo  come poco. Ofrécele variedad de frutas y verduras crudas para llenar su apetito y darle así una buena cantidad de vitaminas y minerales.

1. - Realiza una inspección en tu casa:
Necesitas tener una casa segura para poder cumplir tus metas.

Pasa por todos los rincones de tu casa y observa dónde tienes la comida. La comida no debe de estar a la vista a menos que abras el refrigerador o la despensa. Inclusive cuando abras el refrigerador o la despensa trata de que la comida que esté más accesible sea baja en calorías y en grasa. Guarda en recipientes transparentes pepinos y jícamas con limón. Ten a la vista una jarra de agua de jamaica endulzada con algún edulcorante artificial.

Pon en la parte posterior del refrigerador,  en recipientes opacos de color oscuro, los postres o guisados que contengan grasa o azúcar.

De preferencia no tengas comida que pueda sabotear tus propósitos.

A veces nos sentamos a ver la televisión y se nos antoja todo lo que vemos, por lo que vamos a buscar algo a la alacena.

Busca otra actividad que te distraiga y analiza qué es lo que estás haciendo cuando logras tus propósitos y repítelo hasta que se vuelva un hábito.

2.- Sintoniza las señales de tu cuerpo:
Ya que tengas controladas las señales ambientales que te inducen a comer, será más fácil que prestes atención a las señales de tu cuerpo. Las señales biológicas más comunes  de hambre son ruidos en el estómago, dolor de cabeza, baja temperatura en tu cuerpo y mayor salivación. Cada persona tiene señales especificas, es importante que te observes cuidadosamente y aprendas a detectarlas. Come sólo cuando tengas hambre.

3.- Come despacio:
Disminuye la velocidad a la que comes. A algunos alimentos les toma tiempo empezar a circular por el torrente sanguíneo e informar al cerebro que ya no es necesario seguir comiendo.

Durante los primeros 10 a 15 minutos tu cuerpo no registra que ya estás satisfecho. Aproximadamente 20 minutos después de haber empezado a comer el cerebro registra que estás satisfecho, si comes a gran velocidad habrás ingerido demasiado alimento. Date el tiempo necesario para disfrutar los alimentos, platica y disfruta cada bocado, esta es la manera más simple de evitar comer en exceso.

Relájate.

Toma un sorbo de agua entre bocado y bocado.

Pon los cubiertos en el plato mientras masticas.

Concéntrate en la plática de tus familiares o amigos, escúchalos con atención.

Haz una pausa en medio de la comida.

Trata de servirte una sola vez, no dejes los platones de comida sobre la mesa o por lo menos pónlos en un lugar lejano, de manera que tengas que levantarte para volver a servirte.

Usa palillos chinos o come con la mano opuesta para que te cueste más trabaja y lo hagas con lentitud.

Date tiempo para comer, de 20 a 30 minutos. Esto asegurará tu éxito, ya que tu cuerpo enviará las señales de que ya no tienes hambre y evitarás comer en exceso.

3.- Presta atención a tu cuerpo:
Cuando sea la hora de comer examina las señales que tu cuerpo te envía, si todavía no tienes hambre, espera unos 20 minutos. Espera a que las señales se manifiesten más claramente.

Ten Paciencia:
Ten presente que  dejar que tu cuerpo determine tu comportamiento al comer es uno de los hábitos más difíciles de desarrollar, sobre todo después de toda una vida comiendo bajo las órdenes de señales externas.

Hoy puedes dar el primer paso y si alguna vez  comes influida por señales externas, no te desanimes, simplemente vuelve a poner atención a tu cuerpo y manténte atenta hasta que vayas creando un hábito y elimines día a día la influencia de las señales externas.

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